martes, 1 de marzo de 2016

DORMIDO IDEOLOGICO


Desperté de un sueño profundo, había estado dormido durante muchos años. La lectura de un libro escrito por ese líder al que tanto admire, me había sumido en principio en un estado de extraño sopor, un adormecimiento consciente. Me gustaba sentirme así. El libro estaba escrito de manera intencionalmente oscura, en principio pensé que se trataba de una estrategia para llegar solo a quien pudiese entenderlo y de esa forma no estuviese expuesto al vulgo que todo lo aplebeya. Quizás siguiendo los pasos de Heráclito “uno vale para mi cien mil y nada la muchedumbre”
Pero mi líder, mi modelo ha desaparecido y su libro ha sido expuesto de manera abierta a todos los evolucionados y supuestamente instruidos, que solo se han acercado a su doctrina por las reseñas y las notas de diarios de algunos fanáticos intolerables. Los supuestos discípulos cercanos a él son hoy sus inconscientes detractores, o tal vez no. Digo detractores ya que , a simple vista muestran su amor filisteo y mediocre  por la doctrina y la ideología y tratan de acercarla a las muchedumbres, y nosotros entristecidos asistimos a esta alucinante fondue política. Víctimas y victimarios del mimetismo mundano se asocian a las euforias que se apiñan alrededor del ultimo merchant filosofante en esa archiconocida plaza pública. En mi sueño estaba transitando el camino hacia la construcción política de una ideología que si bien fuese inclusiva a la vez fuera excluyente tomando como parámetro la capacidad de sus líderes. El despertar me muestra que el mandamiento actual es simplemente el de estar al lado del que imite a los demás y seguir a quien sea más numeroso, el más básico es digno de un cargo cualquiera con el solo concepto de ser capaz de reunir el mayor número, suficiente para poder elegirlo, la lotería es la lógica en este tiempo. Pero que les importa, mientras logren hacer que el hombre masa crea que vive en el mejor de los mundos posibles. Como evitar que ese vulgo ávido de confortable y simplón estado de euforia ideológica, haga que estos líderes de pacotilla se sientan también en el mejor de los mundos con solo dirigir sus discursos a esa muchedumbre satisfecha y entusiasta a la que enamoran simplemente sumiéndola  ese estado que genera la  embriaguez  de la nivelación y subyugándolo por el conformismo de los éxitos mediocres. Esperaba en mi sueño el poder sacar a ese proletariado masificado de su estúpida alegría, de su sopor. Lo que no imaginaba es que inconscientemente, buscaba también yo salir de ese sopor. Y fue así,  en esa búsqueda que pretendía para otros que  logre despertarme.

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